jueves, 4 de diciembre de 2008

68 INEDITO El ojo del Poder

Han pasado 40 años para que saliera a la luz pública el archivo fotográfico que dejaron en el olvido los gobiernos priístas en la ciudad de México. Cientos de negativos se mantuvieron abandonados y arrinconados como parte del archivo “muerto” en cajas de cartón en la Jefatura de Fotografía hasta que fue localizado y valorado por quien fuera jefe de fotógrafos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Hoy, el ojo del poder es develado a cuatro décadas de los sucesos estudiantiles de 1968. Al comenzar a lavar los negativos enrollados y envueltos en papel de china fue posible distinguir rostros jóvenes y algunos casi niños, adscritos a prevocacional, nivel medio y superior. En sus manos portaban pancartas, afiches y propaganda donde se dibujaban las imágenes de algunos líderes sociales como Demetrio Vallejo, Emiliano Zapata y el Che Guevara, entre otros.
A través de los diferentes encuadres y planos utilizados para el registro de las imágenes, es posible ver que el andar de los jóvenes manifestantes comprendía el Paseo de la Reforma, Avenida Juárez y las calles Madero para confluir en la Plaza de Constitución.
Una vez concluido el proceso de lavado, se continúo con la limpieza y estabilización del material fotográfico; se determinó que los fotógrafos se colocaron de manera estratégica para registrar con su lente, como los vigilantes -de manera sigilosa y sin hacerse notar-, las manifestaciones realizadas en las siguientes fechas:
13 de agosto
27 de agosto
7 de septiembre
13 de septiembre
23 de septiembre

De la selección realizada para esta exposición sobresalen imágenes llenas de creatividad y de sueños de los jóvenes en busca de un país más libre y democrático, que resalta en las leyendas, hoy legendarias: mamá nos vemos en la Procu o Compañera únete a nosotros y serás feliz.
Las fotografías también muestran los rostros de alegría, enojo y algunos casos coraje al gritar las consignas contra la represión, la brutalidad llevada al extremo por el cuerpo de granaderos y más tarde por los militares quienes tenían la misión de preservar la paz social y no ejercer la violencia contra una sociedad indefensa que exigía: diálogo público, extinción de cuerpo de granaderos, derogación del artículo 145 y la libertad de todos los presos políticos.
Junto a estas imágenes se encontraron además los registros de actos públicos del General Alfonso Corona de Rosal entonces Jefe del Departamento del Distrito Federal, quien luchaba por imponer un discurso donde predominara la paz y la estabilidad social, mostrando su lado benefactor y el rostro feliz de un pueblo anfitrión de los XIX Juegos Olímpicos.
Evidencia de ello, son las fotografías de los diferentes actos políticos donde aparece Corona del Rosal festejando a los barrenderos en su día, o en actos cívicos en Paseo de la Reforma para recordar al último emperador azteca. Este mismo archivo del gobierno consigna un acto pro-católico donde se dan muestras de apoyo al gobierno, mediante la descalificación a las acciones consideradas pro-comunistas.
A cuarenta años de los sucesos estudiantiles, se han localizado un sin fin de fotografías que muestra a un gobierno alarmado por la magnitud de un movimiento que no supo controlar. Falta mucho por investigar pero, estamos seguros, las voces que aún guardan silencio hablarán algún día para concluir este rompecabezas y entender al movimiento estudiantil del 68 desde todas las ópticas posibles y sólo así se podrá entender como una lucha para lograr el cambio político y social desde el pueblo donde radica la verdadera democracia.


EDUARDO ANCIRA JÍMENEZ

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