domingo, 30 de noviembre de 2008

MAF (Museo Archivo de Fotografía) o casa de las AJARACAS.


El Museo Archivo de la Fotografía tiene como sede el inmueble conocido popularmente como la Casa de las Ajaracas, ubicado en la calle de República de Guatemala 34 - 38, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Este edificio fue construido a fines del siglo XVI y debe su nombre a la ornamentación de yesería basada en lacerías de ocho a la manera de artesonados mudéjares. Sin embargo, atendiendo a la tradición de relacionar los inmuebles con su propietario, esta debe denominarse como la "casa del mayorazgo Nava Chávez", la cual se componía de cuatro viviendas y tres tiendas.
El solar debió ser otorgado a un conquistador de acuerdo con la traza de la ciudad de México diseñada por el geómetra Alonso García Bravo. Si bien no se conoce el nombre de este primer propietario, hacia la última década del siglo XVI el canónigo Pedro de Nava, quien fue Rector de la Real Universidad en los años de 1559 y 1563, ya habitaba en esa esquina. Para conservar la propiedad en la familia, instituyó un mayorazgo cuyos fundadores fueron su sobrina Catalina de Nava junto con su esposo Diego Troche Arévalo, con la condición de que se conservara el apellido Nava1. Por esta razón, los descendientes de dicho matrimonio la conservaron hasta 1773, año en que fue rematada y adquirida por el Convento de la Concepción. Años después, el 19 de julio de 1860, fue vendida a Nathaniel Davidson, representante del banco inglés Rothschild como pago de una deuda del clero; sin embargo sólo la conservó hasta el 22 de abril de 1864 cuando adquirida por el también inglés Thomas Gillow, quien fue padre del primer arzobispo de Oaxaca, Eulogio Gregorio Gillow y Zavalza. El 19 de febrero de 1874 fue vendida nuevamente al comerciante Francisco Salmon, y él a su vez a la señora Dolores Díaz de Prado el 12 de mayo de 1874. A partir de esta fecha pertenecerían varios años a su familia. Es importante indicar que la casa de la equina fue heredada en 1896 a su hija dolores Prado que fue esposa del ingeniero arquitecto Guillermo Heredia, quien construyó el Hemiciclo a Juárez. En 1929, la propiedad la adquirió José Peral, sus descendientes las conservaron hasta 1992, fecha en la que fue expropiada por el Departamento del Distrito Federal.
El inmueble tiene varias etapas constructivas, la primera debió ser la edificación del primer solar que seguramente fue modificada por el canónigo Pedro de Nava para habilitarla y rentarla; además de las accesorias que daban a la calle que se fueron adaptando durante el siglo XVII. Al iniciar el siglo XVIII las casas mostraban un deterioro notable por lo que en 1707 se comenzó la reedificación de la equina de Argentina (antes calle del Reloj) por el arquitecto Pedro de Arieta. Lo mismo ocurrió entre 1755 y 1756 con las casas sobre la calle de Guatemala (antes Escalerillas), pero ahora bajo la dirección del arquitecto Ildefonso de Iniesta Vejarano (a esta etapa constructiva corresponde el tramo de la casa que actualmente se conserva). Así se conservaron sin mayores cambios, con excepción de los ajustes necesarios para albergar los diversos comercios que eran rentados en la planta alta, entresuelo y accesorias. En 1929, el entonces propietario José Peral intentó derribarla, acción que fue frenada por la entonces Dirección de Monumentos Coloniales. Entre 1931 y 1933 Peral contrató al arquitecto Federico Mariscal para hacerse cargo de las obras que consistieron en la conservación de la ornamentación de la fachada original y en la construcción de un piso adicional.
La casa de la esquina, sobre la calle de Argentina, fue derribada en 1994. Actualmente este predio pertenece al INAH y por las excavaciones arqueológicas realizadas se han localizado diversas piezas prehispánicas y virreinales, entres las que sobre el descubrimiento del monolito de la diosa Tlaltecuhtli. Sobre la calle de Guatemala, el único tramo que se conserva de la antigua casa, es sede del Museo Archivo de la Fotografía de la Ciudad de Mëxico desde el 4 de diciembre gracias al mandato ejercido por el Gobierno del Distrito Federal.
El Museo Archivo de la Fotografía se encuentra en un punto emblemático de la Ciudad de México: en esta zona están el Templo Mayor, vestigio del trazado de la ciudad de México-Tenochtitlan, el Palacio Nacional, la Catedral y el Palacio de Gobierno, testimonios de la construcción de la capital de la Nueva España, y es en este sitio donde se forjó el México Contemporáneo.
Hoy el MAF ofrece un valioso acervo fotográfico que documenta la transformación de nuestra capital durante el siglo XX, y pretende ser testigo de lo que depare a la Ciudad de México el siglo XXI, el siglo que apenas comienza.

martes, 18 de noviembre de 2008

HEREJÍAS...Pedro Meyer


¿Para qué se fotografía?, esta pregunta recorre toda la obra de Pedro Meyer, él mismo explica que para recordar; para imaginar y soñar sería otra posible respuesta; para ser testigo de su propia vida, es una evidencia; para compartir lo que celosamente se guarda a través de los años es una generosidad.

Nadie puede fotografiar un tema que no este dentro de sí mismo, nadie escoge a sus personajes fuera, todo se genera en el interior, todo es producto de quiénes somos, qué queremos, en qu
é creemos, de qué dudamos, qué nos enoja hasta la ira, qué nos hace reír, qué nos estremece, qué nos indigna, de qué lado estamos. Fotografiar es como encontrarnos con viejos amigos, dijo alguna vez el autor.

Cada quién fotografía con sus propios ojos es un lugar común para referirse a algo que es mucho más complejo: cada quién fotografía a sus fantasmas, cada quién se fotografía a sí mismo. Entonces, precisemos, ¿para qué fotografía Meyer? la respuesta está en estas paredes, pero, la respuesta va de la mano de otra pregunta, ¿por qué nos gusta ver fotografías?.

Cuando una imagen fija cobra movimiento ante nuestros ojos, cuando la fotografía huele a sangre, a muerte, a nacimiento, a la sensualidad de una piel, entonces podemos escuchar lo que los personajes de Meyer tienen para decirnos, su aliento retumba en nuestros ojos, se fotografía para sentir, para hacer sentir, para recordar lo que no sabíamos, para sentir lo que no recordábamos, recorrer las puertas que se abren ante nosotros, es recorrer también nuestra historia, la que ya tenemos y la que estamos por construir.

La fotografía siempre ha logrado confundirnos, no sabemos si realmente recordamos o si lo que guardamos en la memoria es una imagen, muchas veces no tenemos otra manera de constatarlo que una fotografía, ¿existió un enano rodeado de putas? ¿alguna vez se peleó por ideales? ¿hubo una generación de jóvenes que creyó en un mundo mejor? ¿hacia ese mundo vamos? ¿realmente es posible despertar y desayunar a los pies de una cama cobijado por tanta ternura y tanta paz?,

Tal vez nos gusta fotografiar y ver fotografías por que nos gustan los espejos, pero no esos donde podemos vernos reflejados, sino los que propone Lewis Caroll , nos gusta subvertir y nos gusta lo desconocido, quién mejor para acompañarnos que Pedro Meyer, quien a la manera de un viejo narrador, se sienta y nos convoca alrededor del fuego en una noche estrellada a que escuchemos de sus viajes, de sus aventuras, a que nos cuente sus cuentos y nos adelante el futuro, nosotros tomaremos lo que nos convenga y lo integraremos a nuestra historia.



Francisco Mata Rosas
Ciudad de México, 2008.

domingo, 9 de noviembre de 2008

HERMINIA DOSAL...El dominio del Foco Selectivo.



Hablar de Hemania Dosal es hablar de fotografía, es hablar de descubrimiento y la pasión por el manejo de la luz en el claroscuro, tambien es hablar de la poesía gráfica que al final queda estampada en los positivos con ese toque mágico, de la vida y el color que imprime en cada una de sus transparencias.

La aventura iconográfica que Herminia Dosal ha recorrido, se traduce en esperiencia fundamentada, que da por resultado un trabajo de incoparable calidad, donde objetos y modelos con iluminación, creatividad, técnica y talento, se funden con apasionados sentimientos, que van forjando la amalgama de imágenes que labra y pule a diario en su estudio fotográfico.

La fotografía de Herminia Dosal, diariamente se nutre y se ve salpicada por el manejo de nuevas técnicas e ideas, que al descubrimiento y logro de la expresión artística, parecen florecer con la mezcla de luces formas y colores, aún tratandose de la mal llamada fotografía "comercial".

En esta búsqueda y encuentro constante, ha llegado al dominio del Foco Selectivo con el que busca la métafora visual, convirtiéndola en una mezcla de claridad y añoranza a un mismo tiempo, sublimando los detalles en cada pieza dentro de un marco de ensoñación y realismo abrumador, que al final se traducen con la técnica en una realidad palpable.


JUAN MANUEL GALLARDO.